Hoy me atrevo con este post que quiero compartir con vosotros. Tras varios años de trabajo como Social Media, enfocada principalmente al mundo empresarial, entiendo que movernos en este mundo, a nivel personal, puede provocar cierto caos y nos lleva a caer, incluso a mi, en ciertos errores y desatinos que con unas pocas pautas podemos hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo.
Parto de una frase que a todos y todas nos resulta muy conocida, nuestra regla de oro: “Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti”, pero también añadiría que hay que hacerlo con sentido común.
La cortesía va asociada a la educación y en este mundo virtual perdemos muchas veces ambas cosas.
Resumo brevemente mi experiencia personal porque creo que mi experiencia profesional está bien orientada. Y me voy a centrar en mi cuenta de Facebook. En pocos meses he pasado de tener de 80 a más de 500 amigos. Y con un alcance en mis publicaciones que ha llegado a superar todas mis expectativas. Pero en el alcance no está el éxito.
Al crear mi página de Consultora Independiente de Mary Kay y entrar en grupos conectados a este trabajo, las invitaciones de amistad crecieron a velocidad de vértigo, aceptaba la mayor parte de las veces por cortesía y otras veces era yo la que las solicitaba, porque mi filosofía siempre ha sido que las redes sociales son para compartir y muchas otras tratar de llegar a alcanzar una presencia que nos proyecte hacia aquello que queremos “vender” sea nuestro trabajo, nuestra persona o nuestros productos. El alcance y el logro conseguido dependerá de nosotros, del enfoque que le queramos dar.
Yo tengo muchas amigas Consultoras de Mary Kay. No nos conocemos, pero a través de estos grupos que compartimos nos ayudamos, solucionamos problemas que ni siquiera nuestros grupos de Whatsapp , reuniones de unidad, o seminarios son comparables en el día a día. Siento tanta cercanía en estos grupos que no me canso de dar las gracias. Somos personas reales, a pie de calle, con nuestras dudas y nuestros problemas, donde encuentras el ánimo para seguir cuando estamos a punto de tirar la toalla. Y si conseguimos “desvirtualizar” a estas compañeras, tomarnos un café y poder conocerlas personalmente, te das cuenta que todo esto ha merecido la pena.
Por eso quiero resumir y compartir aquello que yo creo que en las Redes Sociales podemos hacer bien. Son mis consejos, y los de otros muchos, los que he leído y de los que he ido aprendiendo y ahora comparto.
- – Siempre ten una foto de perfil en la que aperezcas tú. Eres tú la persona a la que quieren ver tus amigos, no la de tus niños o la de tu mascota.
- – Utiliza tu nombre y apellido. Así será mucho más fácil que cuando alguien te busque te encuentre. Y si es muy largo bastará con el nombre y el primer apellido. Nada de apodos.
- – Si quieres mostrar cierta profesionalidad, no puedes olvidar que en estos momentos cualquier empresa después de una entrevista, te busca en las Redes Sociales. Debemos dar cierta imagen. Actitud y aptitud. Cuidado que aunque sea tu página personal, esta también habla mucho de nosotros.
- – No actualices tu estado cada 10 minutos porque saturas a tus amigos y si tienes las páginas enlazadas aburres y al final te bloquean o dejan de seguirte. Las páginas de Facebook se pueden programar y hay otras aplicaciones para poder hacerlo. Espacia tus publicaciones.
- – Monitoriza tus publicaciones. Ahí podrás ver el alcance que tienen, el horario recomendable para hacerlas y por dónde vienen las personas que te siguen y desde dónde se conectan. Esto te dará toda la información para mejorar el alcance de tu página.
- – No hables continuamente de ti, de lo que estás haciendo, de tu estado. Salvo que estés feliz por algún acontecimiento importante. Es bueno “personalizar” de vez en cuando, pero de vez en cuando.
- – No le des “Like” a tus publicaciones. Y no invites a juegos. Hay pocas personas que aceptan esta invitación y tampoco les interesa en que nivel estás.
- – No escribas en el muro de tus amigos, ¡¡¡A no ser que sea su cumpleaños!! Y ten cuidado cuando etiquetes a las personas en una foto que subas. Eso no le gusta a todo el mundo.
- – Lo que compartimos de nuestros amigos deben llevar un “like” por delante o al menos una mención. Ya sabemos que todas las fotos las podemos encontrar en Internet, pero la persona que la ha buscado, la ha subido y ha hecho una publicación merece que se le reconozca lo que ha hecho. No te aproveches del trabajo de los demás. Un simple #hastag bastará. No copies y pegues como si la idea fuese tuya.
- – Antes de aceptar una amistad, mira la página de quien te la ha enviado. Si hay algo en común, si estáis en el mismo grupo. Protege tu cuenta.
- – No vincules tus cuentas personales con las profesionales. LinkedIn y Facebook jamás.
Y cierro este post dando como siempre las gracias por todo lo que me aportáis. Y como ésta es la frase que mejor me define “Me reafirmo día a día que preguntar y escuchar es el camino más directo hacia el aprendizaje” y yo sigo aprendiendo de todas y todos vosotros.
Maricruz Salvador 